Zonas

Nuestro camino no es por fáciles prados de hierba, sino que es un sendero de montaña escarpado y lleno de dificultades. Pero siempre hacia adelante, hacia arriba, hacia el sol.
Ruth Westheimer


jueves, 10 de mayo de 2012

Una circular por la Pedriza




Había estado hace dos semanas en la Pedri y no había podido hacer la ruta circular que me había propuesto.
Esta vez iba a ser diferente, ya que la ruta diseñada la  había hecho por tramos en alguna que otra ocasión.
Ruta: Parking del Tranco-Pradera del Yelmo-Senda Maeso-Collado de la Silla-collado de la Desilla-Las Torres-Canto Cochino-El Tranco.

A las 9 de la mañana Sergio y yo nos encontramos en el parking del Tranco, empezamos la ruta con el ascenso a la pradera del  Yelmo, después de untarnos bien en crema solar, ya que iba a ser un día  bastante caluroso, máximas de 31 grados en Madrid.





La subida se hace duirilla como siempre, pero con las vistas no te das ni cuenta.







En una hora y media estamos contemplando esta gran roca, he oído alguna vez la mas grande de una pieza de Europa... no me canso de verla.



Cuando pasamos por la pradera vemos un grupo de cabras montesas machos, que ni se inmutan ante nuestro paso, a tres metros, nosotros si que  nos acojonamos un poco, valla cornamenta.






Después de comer algo contemplando este gran peñasco,
continuamos hacia la senda Maeso para coger el PR-1, pasando primero por el collado de las Vistillas y observar la Cuerda larga con un poco de nieve en su cara sur.
       

Media hora despues nos encontrábamos ya por el sendero del PR-1. y media hora mas tarde en el collado de la Desilla, donde nos cruzamos con un grupo de las UME, realizando algún tipo de instrucción ( algunos por cierto, iban ya bastante hechos polvo).


Después de la potente subidita desde el collado y un paseito entre pinos llegamos a la pared de Santillan, donde hicimos un alto para comernos un bocata a la sombra de esta gran pared, que no en mucho tiempo intentaremos escalar.

Ya con fuerzas renovadas regresamos al lío... en un momento habíamos perdido la senda, y después de alguna que otra vueltecilla para volverla a encontrar y un vistazo al collado de U volvimos a la carga con una trepadilla que daba que pensar.



















En aproximadamente una hora habíamos llegado a las Torres.


Desde aquí y con una caída tonta, donde me  hago una rotura de fibras en el cuadrices, empieza la pesadilla de mi bajada hasta el parking de Canto Cochino, bajada que me lleva tres horas  y que no quiero recordar.
Gracias a Sergio me puedo quedar en el Parking de Canto Cochino,  él continua  hasta el siguiente ( El Tranco), para coger el coche y pasar a recoger al cojo.


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